Ejemplo de entrenamiento en asertividad
Un ejemplo típico de asertividad práctica es el siguiente: imaginemos que una persona va a comer a un restaurante y cuando el camarero trae su pedido descubre que el vaso está sucio con la marca de la pintura de labios de otra persona. Ante esta situación, generalmente existen tres formas de reaccionar.
Por un lado, una persona pasiva se quedaría callada y comería con el vaso sucio. Si la persona fuera más agresiva, reñiría al camarero y formaría un escándalo. En contraste con ambas actitudes, una persona asertiva simplemente le hablaría educadamente al camarero para pedirle que cambie el vaso.
Un ejemplo en el campo laboral podría ser solicitar un aumento de salario. Una persona asertiva sería capaz de identificar si tiene el derecho de solicitar un aumento, a la vez que contaría con la capacidad de comunicarlo de forma razonable y sin faltar a los respetos de los demás.