Cosas como la capacidad de despertarse a cualquier hora, pasar el día tumbado en la arena de una playa muchas veces se asocian con la felicidad. Sin embargo, la perspectiva de la felicidad eudaimónica se opone a esta idea, pues estipula que las personas eventualmente desearán volver a trabajar.
Esta forma de ver las cosas ha influido de forma notable en el campo laboral. Algunos trabajadores han llegado a la conclusión de que es importante equilibrar lo profesional con lo laboral. En vista de esto, algunas empresas también han hecho hincapié en permitir a sus empleados alcanzar la conciliación entre ambos aspectos de su vida.
De hecho, la reciente pandemia de coronavirus influyó mucho en esto, lo que se ve reflejado que en 2021 algunos estudios descubrieron cifras bastante altas de personas planteándose dejar sus cargos con el objetivo de buscar otros donde pudieran obtener más flexibilidad y una mejor trayectoria profesional.
La cuestión interesante aquí es que, lejos de la idea popular de que el placer sin límites equivale a una felicidad infinita, las personas podrían también necesitar obligaciones y retos laborales para ser felices